El dato es la nueva unidad de valor que se expande como un activo empresarial de alta cotización en todo el mercado de este nuevo mundo emergente, casi entrando en la era post-pandemia. Así como cientos de empresas han decidido invertir en la tecnología de la información con base en sus elementos más fundamentales, también es necesario invertir, específicamente, en la gestión de datos.
El desarrollo del machine learning, la ciberseguridad y el Gobierno de TI o la flexibilización en el aprendizaje automático van a jugar un papel importante en los próximos meses, justo en el primer año de esta nueva década, que promete ser la de la entrada definitiva de la humanidad en la era 3.0.
Las empresas modernas deben adaptarse a los cambios que demanda el mercado. Tomando en cuenta que las tecnologías emergentes y la digitalización son la economía del futuro, las organizaciones ven mucho potencial de desarrollo en la inversión en capacidades de captura, procesamiento y gestión analítica de la información para procesar datos masivos en tiempo real. Allí hay un mercado, un nuevo modelo de negocio, que no debe ser desaprovechado por las compañías del primer mundo.
Dado que en Kenos implementamos servicios asociados al impulso empresarial basado en big data, te presentamos a continuación las 7 tendencias sobre analítica y gestión de datos a las que las compañías deberán prestar especial atención en 2021 si quieren adaptarse a la nueva normalidad, derivada de la crisis mundial por la pandemia de COVID-19, que aún no termina.
- 2021, el año del machine learning
Las compañías seguirán viendo un aumento exponencial de las cantidades de datos y de las complejidades en las nuevas tecnologías. Mientras más crezca el flujo de datos, más softwares se necesitan para automatizar el procesamiento estratégico de esa información en favor del negocio. El aprendizaje automático será fundamental para las empresas si quieren aprovechar al máximo esos grandes volúmenes de información como oportunidad comercial.
- La ciberseguridad
Las empresas siguen anteponiendo la tecnología a la estrategia cuando se trata de la nube. Monopolizar los datos corporativos en la nube de almacenamiento es controlar la seguridad del activo más importante que tiene una empresa actualmente. La nube pública todavía funciona con post-its y contraseñas sin una respuesta clara sobre quién es el responsable de la seguridad. Tiene un código de acceso que no vulnera la integridad de la información almacenada. Hay una gran tecnología habilitadora, pero las organizaciones piensan en cómo usarla adecuadamente para su beneficio con el objetivo de adquirir nuevos niveles de rentabilidad.
- Aprendizaje automático
El estallido de la pandemia y, por ende, de la crisis mundial en 2020 obligó a las compañías a repensar por completo lo que diseñan y piden a sus modelos de aprendizaje automático. Ahora deben introducir una cantidad de datos cada vez más grande para procesar toda la demanda de servicios de los clientes. La capacidad de un modelo para obtener predicciones a la perfección con los datos de los usuarios será menos importante que la posibilidad de una estructura capaz de reflexionar automáticamente, es decir, de procesar información completa con base en los patrones de consumo insertados.
- Inteligencia artificial
La inteligencia artificial será clave en el desarrollo de las empresas durante los próximos dos años, de aquí a 2023. Hoy en día, el debate global gira en torno al anonimato de datos, pero el discurso se volverá más profundo. En 2021, la inteligencia artificial y la gobernanza de datos se van a aplicar a diferentes áreas como el rastreo de contactos (en la lucha contra la COVID-19), los vehículos conectados y los dispositivos inteligentes, pues en estos dos últimos existe un mercado potencial basado en la demanda de experiencias de consumo que, literalmente, automaticen muchas acciones de la vida cotidiana. Eso es lo que buscan los clientes modernos.
- El uso estratégico de los datos adaptados a TI
Otro eje central de la economía moderna es el uso de los datos. Cada vez más personas son conscientes del poder de los datos y de la responsabilidad de su tratamiento por parte de las empresas. Ahora son un producto que, con fines muy estratégicos, pueden generar mucha rentabilidad si las compañías optan por ampliar sus servicios basados en los datos digitales de los propios consumidores. En 2021, más compañías están implementando controles de ética de datos en el desarrollo de software para no ser objeto de regulaciones excesivas por parte de los gobiernos de sus respectivos países.
- La adopción del 5G
La tecnología de la poderosa red 5G lleva tiempo en los smartphones en todo el mundo, pero la mayoría de las personas no se dan cuenta de que su teléfono en realidad no funciona a esta capacidad, por lo cual se incrementa exponencialmente la demanda de dispositivos más sofisticados y eso impulsa aún más el éxito de la industria tecnológica, lo que a su vez acelera el proceso de la ‘nueva globalización’ económica y social a escala mundial. Esto se debe a que, si bien, el smartphone promedio moderno puede admitir la red 5G, no sirve de nada sin una red adaptada. Las empresas se suman a esta dinámica para conectar con sus usuarios y generar un efecto de engagement en ellos con el objetivo de vender más productos y servicios.
- Redes eléctricas en evolución con el uso de datos
Es probable que la energía solar, la eólica y las baterías se conviertan en las mayores fuentes de energía en esta década, la tercera del siglo XXI. En 2021, se comenzará a ver un cambio en las redes masivas que se usan hoy en día, ya que la sociedad global dará un giro hacia el uso de más redes o microrredes comunitarias e incluso hacia sistemas individuales para hogares, al menos en los países del primer mundo.
Esta tendencia supondrá nuevos volúmenes de datos, más cercanos al consumidor, que deberán ser gestionados. Por lo tanto, el procesamiento de esa información también creará un mercado muy potencialmente rentable para el surgimiento de empresas energéticas-tecnológicas que busquen insertarse en ese esquema de redes locales de suministro de energía eléctrica, así como también de telecomunicaciones.