El departamento de Tecnologías de la Información de una empresa no funciona óptimamente si falta el elemento clave que conecta y engrana toda la estructura de sistemas operativos y softwares que hace posible la movilidad de la información con los procesos internos de emisión de documentos, realización de tareas, atención a los usuarios, entre otras tareas.
Ese elemento es la interacción automatizada, cuya función principal es recoger una programación predeterminada para compartir, transferir o procesar datos en un momento específico establecido por el departamento de TI o área de sistemas.
La automatización de la TI, también denominada automatización de la infraestructura, consiste en el uso de sistemas de software para crear instrucciones y procesos repetibles a fin de reemplazar o reducir la interacción humana con los sistemas de TI. El software de automatización funciona dentro de los límites de esas instrucciones, herramientas y marcos para realizar las tareas con muy poca intervención humana.
La limitación a la intervención humana no implica una exclusión total de la participación del personal en el proceso tecnológico de la empresa, sino más bien una reducción de cargas de trabajo con el fin de que esas interacciones entre los softwares estén mediadas por la interconexión en red en lugar de la acción humana.
La automatización es clave para la optimización de TI y la transformación digital. Los entornos modernos y dinámicos de TI necesitan poder adaptarse más rápido que nunca, y la automatización de TI es fundamental para que esto sea posible.
Ahora pues, ¿con cuáles herramientas se puede lograr la tan deseada automatización de las interacciones en un área que, por naturaleza, ya está automatizada? Es decir, representa una perfección de la tecnología interna predeterminada del departamento de TICs.
Inteligencia Artificial (IA)
La inteligencia artificial busca desarrollar sistemas capaces de realizar tareas que normalmente requerirían capacidades o talento humano, por ejemplo, pueden capturar información de lo que pasa en su entorno, analizar, entender, sacar conclusiones y reaccionar sin haber sido programados explícitamente para tal situación, procesando grandes volúmenes de datos con mucha rapidez y precisión. Los metadatos o la big data son leídos por chatbots o softwares de gestión autónoma que transfieren informaciones de un ordenador a otro.
Machine Learning (ML)
Machine Learning o aprendizaje automático, es una forma de inteligencia artificial que le permite a un sistema aprender de los datos y no de una programación explícita. ML utiliza algoritmos que aprenden y mejoran iterativamente, describen la data y pueden predecir los resultados; en la medida que el algoritmo procesa más datos los resultados se hacen más precisos. Una inversión de cualquier empresa en este tipo de tecnología garantizará el funcionamiento prácticamente robótico y autónomo de los ordenadores en el área de sistemas sin tener que configurarlos a diario.
Robotic Process Automation (RPA)
La automatización robótica de procesos emula vía software la ejecución de acciones como si las realizara un humano, permitiendo automatizar tareas manuales, repetitivas, tediosas que consumen mucho tiempo y son propensas a errores, como pueden ser los procesos repetitivos de finanzas, contabilidad, recursos humanos, suministros, servicio al cliente, etc.
El robot de software se comporta como lo haría una persona, por ejemplo desde la interfaz de usuario puede acceder a páginas web, buscar y obtener información, para luego procesarla en Excel o ingresarla en otro sistema; puede leer correos electrónicos o documentos y realizar diferentes acciones condicionadas por reglas.
Sin duda este trío de herramientas, en especial la RPA, se constituye como una fórmula ideal para incrementar el nivel de exactitud de los procesos internos en el área de sistemas, de tal forma que las TICs hagan todo el trabajo de canalización y distribución de la información para que el personal la gestione comercialmente.
