Durante años se ha tenido en conocimiento público el viejo adagio que dice que ‘quien tiene la información tiene el poder’. En esta época de cambios hiperacelerados en todos los ámbitos del sistema de vida humano, esa premisa no hace más que ganar fuerza incluso como un nuevo elemento en la dinámica de la sociedad global. Controlar la información de una empresa es tener en las manos el presente y el futuro de esa empresa dentro del mercado, especialmente si esa información está almacenada en la nube informática.
En el mundo empresarial la información fluye de unos empleados a otros dentro de toda la red corporativa destinada a la transmisión de datos, ya sea para crear nuevos datacenters o para elaborar una estrategia de negociación con potenciales clientes-inversores. Entre estos y la empresa o entre la empresa y sus clientes, proveedores y partners (socios) se dan esos intercambios de información de manera constante. Algunas veces se trata de flujos de información informales, no estructurados, pero que son igualmente útiles para la creación de modelos de negocio sostenibles.
Otras veces, estos flujos son formales y están estructurados, soportando procesos críticos en la empresa, o permitiendo la interacción con terceros a través de toda la infraestructura digital adaptada a la implementación de un método de gestión de relación con el cliente (CRM), esto mediante sus patrones de interacción de negocios con los datos provenientes de su información suministrada a la empresa.
Una gestión adecuada de estos flujos de información permite obtener a la empresa una ventaja competitiva, mejorando su eficiencia, la calidad del producto y el servicio ofrecido al cliente gracias al uso eficaz de herramientas como, por ejemplo, el almacenamiento de datos en la nube. Es así como obtiene un valor agregado que la convierte en una opción potencial para la gestión de inversiones y servicios con un stock de datos sólido, enfocado en la optimización de la atención al cliente, quien deposita sus datos, su dinero y su confianza en dicha empresa, lo cual es una relación ganar-ganar.
Si nos remontamos a la historia, los esfuerzos iniciales para la instauración de esta práctica empresarial se centraron en la automatización de los flujos de datos asociados a los flujos físicos de materiales, desde la materia prima al producto final. Es decir, la gestión de la información ligada a los procesos productos en la era industrial pre-globalización. En los años 90, con el nacimiento del Internet, aparecieron los sistemas de información ERP (Enterprise Resource Planning) primero y CRM (Customer Relationship Management) después, que aglutinan de forma integrada aplicaciones que soportan diferentes procesos de la empresa, evolucionando progresivamente hasta instaurar cambios dinámicos en el aprovechamiento de datos con fines empresariales, ya en la era digital de globalización absoluta, que vivimos actualmente.
Existen diversos sistemas de gestión empresarial a gran escala, (ERP, CRM, BI) que cumplen con objetivos principales dentro de una empresa como automatizar procesos, proporcionar información que sirva de apoyo, lograr ventajas competitivas a través de su implementación y uso, entre otras que permitan un manejo adecuado de la información. Sin duda, consisten en inversiones para mejorar la infraestructura de TI del negocio con el objetivo de que la gestión de datos sea el nuevo modelo de negocio, la nueva fuente de rentabilidad y el nuevo canal de canalización de ventas con los clientes captados.
Un sistema de gestión empresarial, con datos almacenados de una empresa, permite que la misma tenga el control de los elementos y recursos con los que cuenta. Esto puede apoyar en la mejora en el servicio a los clientes, un incremento en las ventas y una mejor administración. Por lo tanto, gestionar los flujos de datos pasa por mantener un control semicentralizado de la información en la junta directiva, pero aplicando una política empresarial flexible que permita a los miembros del equipo de TI procesar esos datos para producir nuevos grupos de datos estratégicos en cualquier venta o negociación.
Kenos se especializa en la asesoría y gestión de datos con nuevas tecnologías diseñadas para soportar nubes de almacenamiento con amplia capacidad de resguardo de información a gran escala. La administración de la información es la clave para saber cómo sacar el mayor provecho de ese factor de poder corporativo y financiero que no todos los negocios modernos han sabido explotar.