Esa obsoleta concepción de que la alta tecnología solo es alcanzable e adaptable a las grandes empresas ya posicionadas en el mercado, se desvirtuó totalmente en su definición y percepción debido al acelerado proceso de conversión, evolución, mutación y traslación de los negocios más rentables de la economía mexicana y la economía global al mundo 4.0, pues el 2.0 fue superado hace mucho tiempo con la irrupción del boom tecnológico de la red 5G.
Y es que a medida que los procesos administrativos, ejecutivos, financieros y comunicacionales de la empresa se digitalizan, la productividad se incrementa exponencial y proporcionalmente debido a que se reducen costos de contratación de más personal, se agilizan los tiempos de concreción de cada fase del proceso y se genera un ambiente de trabajo más dinámico y rápido, lo cual genera valor agregado en los productos/servicios resultantes.
Un sistema de información empresarial representa una opción viable para inducir al personal en un nuevo ecosistema laboral basado y condicionado por la tecnología, es decir, por el uso e implementación de nuevos softwares, así como también mediante el uso de la Inteligencia Artificial (IA) para complementar las funciones y roles específicos de cada operador de la empresa.
Pero antes de instaurar ese cambio tan importante en la política empresarial, es necesario que la gerencia y todo el tren directivo, junto con los jefes de departamentos, apliquen estas estrategias fundamentales para crear un ambiente de trabajo propicio para la conversión tecnológica.
- Armar una lista de requerimientos de los temas particulares o especiales de su empresa que le sirvan para determinar el alcance que la tecnología debe cubrir para optimizar sus procesos. Esto implica que la organización debe realizar un presupuesto del capital financiero que necesita para cubrir y potenciar su capital tecnológico en aras de convertirlo en una estructura de softwares y hardwares realmente eficiente.
- Conformar un equipo interdisciplinario con los empleados claves de cada área y definir el rol de cada uno de ellos en el proceso de la adopción de la tecnología. De esta forma podrá producirse un entrenamiento y especialización progresiva de la capacidad de conexión mental, motriz y cognoscitiva de las aptitudes de ese operador con su área de trabajo modernizada, repotenciada y evolucionada.
- Definir objetivos logrables, medibles y dentro del presupuesto de su empresa. Es decir, en la medida que se realice una inversión o conjunto de inversiones segmentadas con mayores volúmenes, la empresa debe ser consciente de calcular correctamente un retorno de inversión (ROI) proporcional de los beneficios de cada dispositivo o elemento tecnológico hacia los resultados e ingresos esperados en cada servicio y sub-servicio.
- Buscar un aliado comercial o socio estratégico que lo acompañe y ayude en el proceso. Lo ideal es que ese aliado tenga una experiencia previa en la adopción de nuevas tecnologías, tanto informáticas como de la información (TICs), para que tu empresa adquiera valor agregado mediante transferencia y gestión del conocimiento tecnológico que pueda brindarte algún socio con posicionamiento tecnológico en el mercado.