La inteligencia artificial ha llegado para quedarse. Más allá de una innovación, es un verdadero milagro de la tecnología que ha transformado para siempre la dinámica empresarial a nivel mundial, y por supuesto, la dinámica de la economía global gracias a que las nuevas formas de producción de conocimiento y valor agregado, en un futuro, se generarán con IA.
Pero, ¿qué relación guarda la inteligencia artificial con los datos? De hecho, son el combustible del motor de tu empresa y de cualquier otra organización moderna e inteligente.
Y es que la inteligencia artificial automatiza el aprendizaje y descubrimiento repetitivos a través de datos, cuya esencia se compone de micro cápsulas de información a través de códigos binarios y metadatos encriptados en un terabyte.
La inteligencia artificial es diferente de la automatización de robots basada en hardware, pues permite automatizar los programas y sistemas operativos de tu empresa mediante datos previamente almacenados por el equipo técnico de tal forma que el bot ya conozca y ejecute los procedimientos que una persona realiza en ese rol sin reemplazarla, sino más bien complementando sus funciones dentro de esa área de la empresa.
En lugar de automatizar tareas manuales, la inteligencia artificial también realiza tareas computarizadas frecuentes de alto volumen de manera confiable y sin fatiga, lo que le permite al personal de la empresa ejecutar otras tareas de mayor demanda intelectual y lógica sin descuidar el core del negocio. Para este tipo de automatización, la investigación humana sigue siendo fundamental para configurar el sistema y hacer las preguntas correctas.
Ten en cuenta que la inteligencia artificial se adapta a través de algoritmos de aprendizaje progresivos para permitir que los datos llevan a cabo la programación. De esa forma, cada microdato creará una cadena de datos (big data) que activará la función de respuesta y selección de información en el sistema operativo que usas para el área administrativa de tu empresa.
Por otro lado, la maravilla de la IA encuentra estructura y regularidades en los datos de modo que el algoritmo adquiera una habilidad: el algoritmo se convierte en un clasificador o en un indicador de información a medida que se adapta a los datos nuevos que el personal de la organización le introduce para que automatice cada rol clave dentro del equipo de trabajo corporativo.