Las finanzas, el mercado y los negocios, como la vida cotidiana, no están exentos de situaciones críticas o imprevisibles. Responder con inteligencia ante ese tipo de eventos es la garantía de supervivencia en las empresas. Por lo tanto, como CEO o dueño de un negocio emergente debes aprender a elaborar y ejecutar las estrategias con las que podrás recuperarte financiera, administrativa, operativa y laboralmente de cualquier shock externo de esos que el mercado sabe dar con mucha fuerza.
Principalmente, ten en cuenta que un plan de continuidad del negocio es un plan logístico para la práctica de cómo una organización debe recuperar y restaurar sus funciones críticas, a través de una metodología administrativa, de reorganización económica y laboral, parcial o totalmente interrumpidas dentro de un tiempo predeterminado después de una interrupción no deseada, por algún problema de inversión, pérdidas inesperadas, un ataque informático o un desastre natural, en casos extremos.
Entonces, ¿cómo funciona el ciclo de evolución continua del BCP (Business Continuity Plan o Plan de Continuidad del Negocio, por sus siglas en inglés)?
- Entender y analizar el mercado, la estrategia y los procesos: debes conocer el entorno en que tu empresa se desenvuelve e identificar los procesos críticos para el negocio. Se trata de conocer, estudiar y analizar a fondo el mercado para que te tome por sorpresa lo menos posible.
- Valorar y decidir el nivel de riesgo que asumirás: en este aspecto debes identificar el impacto en el negocio, valorar los principales activos y las amenazas. Si logras establecer una buena valoración de los activos, el mercado tendrá una buena percepción y cotización de ellos en caso de que necesites nuevo financiamiento.
- Co-crear e implantar el plan de continuidad del negocio: debes detallar e implementar los planes de mitigación de riesgos, comunicación y formación del personal para que el equipo sepa muy bien las medidas de contingencia que tiene que tomar ante escenarios de tal magnitud; contactar nuevos clientes, diversificar la cartera de contactos, ampliar la gama de estrategias de negociación y de cierre de contratos, etc.
- Probar y mejorar el plan adaptándolo al entorno: esta es la ‘prueba de fuego’, pues se basa en ensayar el plan y utilizar los resultados para evolucionarlo y adaptarlo a la realidad cuando se presenten escenarios de contracción del mercado, pérdida de posicionamiento de la empresa, pérdidas financieras, ataques informáticos o problemas de comunicación entre la directiva y el personal.