En una era de cambios extremos y radicales, en medio de la pandemia de COVID-19, actualmente en curso, el sistema de vida cambió de una forma inesperada. La economía global ahora se sostiene en buena medida por los flujos financieros que produce el nuevo mercado que combina tecnología y conocimientos especializados: el teletrabajo. Este concepto del trabajo a distancia es perfectamente aplicable en las empresas, aunque no sea fácil de implementar.
Es decir, no todos los miembros del equipo cuentan con la habilidades o aptitudes específicas para operar en un entorno digitalizado al 100%, por lo cual el conocimiento es fundamental en el proceso de formación y capacitación. Resulta indispensable crear un espacio de trabajo remoto orientado a la generación de valor agregado con servicios apoyados vía remota.
Por ejemplo, si una parte del equipo trabaja en la oficina, podrá tener soporte vía remota del equipo que trabaja desde su hogar a través de los softwares de sincronización de datos, procesamiento de información y suministro de herramientas de acompañamiento, tales como: chatbots, programas de análisis de datos, indicador de métricas de operatividad del negocio, etc.
La multinacional estadounidense del software Microsoft llevó a cabo un estudio en el que descubrió que los programas de trabajo remoto consiguen que los trabajadores incrementen su productividad al mismo tiempo que se sienten más felices. Por lo tanto, el espacio propicio para esta dinámica debe ser un entorno digitalizado con la infraestructura de TI necesaria en beneficio del aprendizaje del operador, la atención al cliente por canales rápidos y confiables.
Esto implica que la adopción de tecnología en una empresa no solo genera cambios económicos y logísticos de gran importancia, sino también cambios laborales, técnicos y profesionales, pues mejora el trabajo en equipo y la proactividad de los integrantes del departamento de TI. Kenos brinda asesoría en la instauración de los espacios de trabajo remotos para los negocios, acompañado de una capacitación en materia tecnológica para softwares específicos.
En el mencionado estudio de Microsoft participaron 3.600 empleados de 36 ciudades de todo el mundo. El 41% de los trabajadores entrevistados colaboran con empresas con políticas de trabajo remoto y se encuentran satisfechos con ellas. Por lo tanto, las compañías alineadas con esos parámetros modernos tendrán mejores resultados financieros, operativos y logísticos debido al alcance que tienen las TI para penetrar en todos los segmentos del mercado.
Por su parte, otro 15% de los entrevistados considera que este tipo de métodos de trabajo son positivos y desearían que se incorporara a su empresa. Aunque esta percepción sea más leve, la valoración sigue siendo positiva por el impacto que tiene la versatilidad de un entorno de trabajo apoyado en arquitecturas híbridas, sistemas de medición y procesamiento de datos, entre otras muchas herramientas.
Otros estudios independientes arrojan que el 76% de los empleados que trabajan remotamente piensa que son más creativos en su casa que en la oficina y el 26% se consideran más motivados para trabajar. Además, el 61% de los jefes cree que los trabajadores remotos son más productivos.
Esto implica que la cultura organizacional del trabajo ahora está alineada directamente con la tecnología. Los índices de productividad se incrementan cuando existe una red de dispositivos especialmente acoplada a las estrategias del modelo de negocios de la empresa. Entonces, mientras más tecnología haya en torno a los objetivos corporativos específicos, mayor será la probabilidad de éxito en cada proceso de venta hacia los clientes.
Pero más allá del ámbito técnico, otro de los beneficios de implementar los espacios de trabajo remoto en las organizaciones es la reducción de costos. Un trabajador presencial requiere de una oficina donde poder desarrollar su actividad. Esta oficina acarrea unos gastos de alquiler y de mantenimiento: electricidad, ordenadores, servicios de limpieza, con lo cual los costos logísticos se traducen en costos financieros que podrían redirigirse en una inversión en tecnología, que produce retornos en lugar de gastos.
Un trabajador en modo remoto supone un gran ahorro para la empresa dado que trabaja en su propia casa, utilizando su ordenador y su conexión a Internet, lo cual reduce costos en materia de telecomunicaciones para la empresa y ese diferencia puede invertirse en actualizaciones para los softwares de atención al cliente, de inteligencia artificial, de realidad virtual y/o de almacenamiento de datos. En algunas empresas, se les asigna a los trabajadores algún tipo de cuota para gastos en material de oficina del que pueden disponer libremente previa justificación de estos gastos mediante facturas. Pero aun así, optar por los espacios de trabajo remoto con las tecnologías de la información siempre será una opción mucho más viable y rentable.