El trabajo remoto es uno de los cambios más paradigmáticos que ha surgido en la era de la globalización y en este extenso tiempo de desarrollo en la humanidad. Hace 10 años se pensaba que trabajar a distancia o desde casa resultaría un avance muy lejano o incluso un factor imposible de materializar para la rentabilidad de las empresas. Sin embargo, el cisne negro de la pandemia de COVID-19 aceleró el proceso de evolución que siempre imprime la historia en cualquier punto de su línea temporal.
Y es que lo que hace algunos años se consideraba una especie de paradigma o concepto futurista de una era hipertecnológica, llegó cuando menos lo esperábamos. La infraestructura y la cultura del teletrabajo no estaba instalada en el mundo, al menos no en Occidente. No estábamos preparados. Pero la adaptación que los países, las organizaciones y las sociedades han protagonizado sobre la marcha nos ha hecho crecer y aprender ensayo tras error, y así sucesivamente hasta el punto de consolidar un nuevo sistema de trabajo que hoy luce irreversible.
En Kenos apostamos por el trabajo remoto colaborativo como un modelo de gestión de negocio, de convivencia profesional y de productividad que puede insertar a las empresas, sujetas al modelo tradicional de producción de la era industrial, al esquema de la digitalización de la actual era de la información, en el marco de esta llamada ‘sociedad-economía del conocimiento’.
Es por ello que hemos preparado una lista con las tendencias más resaltantes que, sin duda alguna, están marcando la pauta en 2021 para la optimización del teletrabajo en beneficio de los trabajadores, las empresas y el bienestar general de la sociedad moderna.
1. Implementación de modelos híbridos
Cada vez más empresas (sobre todo tecnológicas) están contemplando adoptar permanentemente el teletrabajo o bajo modalidades híbridas. No solo bajo la instalación de plataformas o arquitecturas híbridas (nube pública y privada), sino también mediante la implementación de más y mejores equipos humanos para la gestión de datos.
Este año, por ejemplo, la empresa de streaming, Spotify, lanzó su modelo “Trabaja donde quieras”, el cual, como su nombre lo dice, va a permitir a sus empleados elegir si quieren estar en la oficina a tiempo completo, estar en casa a tiempo completo o una combinación de los dos. Consiste en un esquema mixto que incentiva la productividad en un entorno digital amigable, automatizado y que contribuye al impulso de la creatividad de los empleados. Y no solo esto, la compañía sueca también va a dar mayor flexibilidad al momento de elegir la ciudad o país en el cual se quiera trabajar, ofreciendo además espacios de colaboración para aquellos empleados que eligen trabajar de forma remota, pero que aún desean un espacio de trabajo dedicado, por supuesto, proveyéndoles todas las herramientas de software necesarias para la gestión de tareas y el cumplimiento de las metas de producción en materia de tecnologías de la información.
2. Desarrollo de cultura remota y nuevas metodologías
La cultura corporativa del teletrabajo sólo es factible si existe un clima de cooperación profesional basado en la generación de valor agregado a través del uso estratégico de los flujos de datos. Construir y mantener el clima y cultura laboral en un contexto de teletrabajo es uno de los principales desafíos a los que las empresas se están enfrentando en 2021. Según una encuesta de la consultora Glassdoor, el 56% de los empleados considera que una buena cultura laboral es más importante que el salario. Por lo tanto, la acumulación de capacidades con todo el capital humano captado es lo que verdaderamente garantizará la rentabilidad del negocio y de los agentes responsables de la ejecución de ventas, tareas administrativas, etc.
Uno de los grandes desafíos para los CEO’s y las áreas de Recursos Humanos y Desarrollo Organizacional es traspasar esta mezcla de valores, objetivos, formas de hacer las cosas, visión, entre otros, en un ambiente donde todos están dispersos. Se trata de aglutinar pensamientos, ideologías laborales y modelos de trabajo con estándares globales para generar resultados verificables en las métricas de la organización.
3. Rediseño de oficinas.
La concepción física del trabajo ha cambiado para siempre. Ya no es necesario que una reunión directiva o en el tren creativo de una empresa tenga lugar de forma presencial para que se cree un verdadero y productivo brainstorming o lluvia de ideas. Las oficinas están en un lento, pero ascendente proceso de perder su centralidad como espacio de trabajo, enfocándose en la ejecución de reuniones importantes que optimizan la alineación, la innovación y la construcción de la cultura organizacional.
Para esto, lo más probable es que empresas, sobre todo pequeñas y medianas, estén repensando sus presupuestos de manutención y compra de espacios físicos de trabajo para invertir más en herramientas y aplicaciones que permitan un teletrabajo efectivo. Entonces, la realidad ahora ha mutado hacia un espacio interconectado, digitalizado, virtualizado y predeterminado por la inmediatez del teletrabajo como fuente de producción de información altamente rentabilizable.